No es este el fin que The Chameleons se merece, ya que según muchos, lo mejor de ellos estaba aún por llegar; sin embargo, parece ser que el destino ha vuelto a jugar una mala pasada a estos cuatro chicos de Middleton, que nunca obtuvieron el reconocimiento que se merecieron. Un final abrupto, que tampoco hace justicia a su discografía, pero que respetamos profundamente ya que las personas que forman la banda deben sentirse ante todo a gusto en dicho grupo, y si tal situación no se da, quizá la decisión menos mala sea cerrar capítulo y empezar nuevos projectos.
Mark, por su parte y debido a otra serie de problemas que nada tiene que ver con esto, dará de baja su dirección pública de correo, y enviará a Mik, el webmaster de la página oficial, cumplida cuenta de las noticias que alrededor de su trayectoria musical se produzcan. Desconocemos si la página oficial de The Chameleons albergará noticias sobre los proyectos del resto de miembros. Esperemos que las aguas vuelvan algún día a su cauce, pero hoy por hoy parece ser que el Camaleón está herido de muerte y ,siendo optimistas, tardará mucho tiempo en sanar. ¿Habremos de esperar otros quince años?
Quizá esta sea la muerte definitiva ...
Desde aquí, por nuestra parte, seguiremos en la brecha en esta isla solitaria, rindiendo tributo a una de las bandas más especiales que nació en el panorama de Manchester de los 80, y esperando que esta tenue llama alumbre lo suficiente como para dar a conocer a quien quiera escuchar lo que ha sido, es y será el sonido de The Chameleons.